Por Felipe López Pérez
El gobernador de Oaxaca Alejandro Murat acaba de obtener la autorización de la mayoría del congreso del estado para adquirir una nueva deuda, esta vez por 3 mil 500 millones de pesos y el refinanciamiento de la deuda de largo plazo por 13 mil 501 millones 902 mil 508 pesos.
Estos recursos, frescos para este gobierno que hasta ahora no ha construido una verdadera obra relevante que justifique los aproximadamente 500 mil millones de pesos que ha recibido desde que tiene el poder, supuestamente serán utilizados en 118 obras sociales como caminos, rehabilitación de inmuebles, proyectos de alumbrado sin especificar más información y la rehabilitación de la sede de la 28/a zona militar.
Con 32 votos a favor, 3 en contra y 7 abstenciones, se pudo demostrar en el congreso que la derecha se come fácilmente a la izquierda aunque esta sea la mayoría.
Antes de la votación, la diputada morenista Gloria Sánchez, una de los tres diputados que votaron en contra, comprometida con la cuarta transformación cuyos principios son no traicionar, no mentir y no robar, dijo que el documento presentado por la Comisión Permanente de Hacienda, surgió de un proceso viciado, carente de legalidad y legitimidad para ser discutido, porque no cumplió las formalidades.
Sin embargo los compañeros de la ex alcalde juchiteca en el congreso se entregaron a los brazos de quienes viven usufructuando el estado, un estado pobre al que ahora orillan al despeñadero, mientras se llenan las talegas para levantar el vuelo, robándole al pueblo de Oaxaca el dinero que le podría servir para atender muchos de sus males.
32 diputados traicionaron al pueblo, en primer lugar porque no tienen vergüenza y dignidad y porque carecen de principios y no merecen llamarse representantes del pueblo.
En cambio el papel que asumió Gloria Sánchez demuestra de que está hecho como mujer, como representante popular y como juchiteca.
Con decisión, con valor y con coraje, sin dejar de sustentar en cada momento su posición, dijo no cuando tenía que hacerlo y eso la hace ver como una dirigente cuyo liderazgo sigue firme y es digna de ser una seguidora de Andrés Manuel López Obrador.
Sus detractores han pretendido acabar con su imagen una y otra vez, pagados por quienes se niegan a la existencia de verdaderas luchadoras sociales en Oaxaca. Sin embargo ella ha demostrado que lo único que le guía es sevir a la sociedad y no está dispuesta a callar ante las acciones que van en contra de los oaxaqueños.
Felipe López Pérez