Oaxaca, Oax.-
Los especialistas en educación, Jorge Torres Santomé, Carlos Eugenio Beca y Graciela Cordero Arroyo destacaron que las políticas y programas de formación docente deben considerar una profesionalización más colegiada y cooperativa que aporte un rico capital docente; que recuperen la voz y la experiencia de las y los maestros, así como de sus colegiados y asociaciones profesionales.
Lo anterior fue expuesto en el encuentro “Políticas, programas y gestión de la formación continua”, organizado por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) y la Oficina en México de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), y moderado por Sylvia Ortega Salazar, consejera ciudadana de Mejoredu.
Jorge Torres Santomé, catedrático de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de Coruña, destacó que entre quienes trabajan en la educación existe consenso acerca de la necesidad de una profesionalidad más colegiada y cooperativa que asuma la importancia de construir un más rico capital profesional docente, producto del trabajo en equipo.
Resaltó que cuando se habla de formación y profesionalidad docente se obliga a tener claro qué es educar, por qué hacerlo y para qué hacerlo. Subrayó que “precisamos de políticas educativas de actualización del profesorado que tengan como lema “Tú sabes mucho, pero puedes aprender algo más, ¿Cómo puedo ayudarte?”.
Manifestó que es necesario tener claro cómo formar a las maestras y los maestros, y cómo mantenerlos activos y actualizados, con base en un diagnóstico realista y actual. Dijo que debe escucharse al profesorado y otorgarle mejores elementos para un buen desarrollo en las aulas.
Afirmó que las prioridades en las políticas educativas tienden a estar más en la formación inicial y muchas veces se olvidan de que el docente se forma más en la práctica. Dichas políticas no priorizan el desarrollo del docente y prefieren capacitaciones que den resultados más inmediatos para mejorar, enfatizó. Por último, destacó que una ley de formación docente siempre necesita a los docentes como actores principales.
