Por Alejando Leyva Aguilar/ El Zumbido del Moscardón
Ayer disertamos sobre la injerencia que tiene el crimen organizado en actos vandálicos como los ocurridos en el Estadio La Corregidora de Querétaro, la relación del dueño de la casa de apuestas Caliente, Jorge Hank Rhon, con los equipos de fútbol Querétaro, Xolos y Dorados de Sinaloa.
Apenas ayer, en San Diego California, las principales agencias de inteligencia de Estados Unidos alertaron que los cárteles mexicanos influyen de manera decidida en las elecciones, tanto en las pasadas de 2021, como las que se llevarán al cabo en 6 estados de la República que renovarán el poder ejecutivo, el próximo 5 de junio, de acuerdo a su Evaluación de Amenazas al Rededor del Mundo.
En el reporte se puede leer “usan miles de millones de dólares de las ganancias del tráfico de drogas para intimidar a políticos e influir en el resultado de las elecciones”, asegura la evaluación de 17 agencias de inteligencia de los Estados Unidos.
Y esto me refiere a los dichos de López al no condenar la intervención de Rusia a Ucrania, porque le deja la puerta abierta a los Estados Unidos para una invasión a México, si la potencia gringa ve amenazada su estabilidad por la evidente y abrumadora presencia del narcotráfico en México.
¿Exageración?, los motivos que tuvo Rusia para invadir Ucrania, fueron justamente la vulnerabilidad de su frontera y la posibilidad de que ésta antigua república soviética formara parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), enemigos de Moscú y, por eso, violando todos los tratados internacionales, los rusos invadieron. ¿Qué le impide a Estados Unidos invadir México si siente su frontera amenazada por el narco que, dicho sea de paso está causando terrorismo en nuestra nación?
Los hechos en Querétaro fueron actos terroristas y los fusilamientos en Michoacán también lo fueron, así que bajo la premisa de que los mexicanos podemos cometer actos terroristas en territorio gringo, y dada la fragilidad de la paz mundial, habría condiciones para una eventual llegada de tropas estadounidenses a nuestro dolido país.
Y si no me creen, lean el reporte donde esas 17 agencias consideran que el crimen organizado amenaza a Estados Unidos por el tráfico de drogas letales y delitos financieros, pero también porque “socava el estado de derecho en las naciones amigas” y al deteriorar el nivel de vida, promueve también la inmigración.
Desde el inicio de esta Administración (2018), advierte el informe que el crimen organizado en su lucha por el dominio de los territorios del trasiego de drogas ha dado tasas de homicidios nunca antes vistas y que suman ya más de 115 mil muertos y que en algunas partes de México, alcanzan ya cuatro veces la tasa de homicidios en los Estados Unidos.
“El crimen organizado en México, no solo ocupa los miles de millones de dólares generados por la venta de drogas, para intimidar a políticos e influir en las elecciones, también los ocupa para reclutar y armar guerrilleros capaces de enfrentarse directamente a las fuerzas armadas gubernamentales”.
En otra vertiente advierte el informe, explotan el sector financiero de servicio y manufactura en los Estados Unidos en sus vertientes de lavado de dinero y fraude, por otro lado, el tráfico de drogas sobre todo sintéticas pone en peligro la salud y la seguridad de millones de estadounidenses, puntualizan las 17 agencias de seguridad de los Estados Unidos y es aquí justamente donde ven vulnerada su seguridad nacional.
Es tan alto el impacto en la salud y la seguridad del tráfico de drogas provenientes de México hacia Estados Unidos que la comunidad de inteligencia considera que el cúmulo de muertes por el tráfico de drogas sintéticas, “ya es histórico”.
Porque el crimen organizado en México es el principal traficante de fentanilo, heroína, metanfetaminas y marihuana y obtiene la cocaína de cárteles sudamericanos para transportarla a los Estados Unidos.
Y uno se pregunta ¿y el gobierno mexicano que está haciendo al respecto?, porque si la política pública de “abrazos no balazos”, los gringos la interpretan como complicidad objetiva hacia los actos de los cárteles de la droga en todo el territorio mexicano, en las finanzas públicas, en los cobros de piso, en los asesinatos y secuestros y en la intromisión en nuestras elecciones, entonces bien podríamos estar en la antesala de una invasión gringa como en 1846, hace 176 años.
Si no mostramos un genuino interés en detener el trasiego de drogas, si no ponemos un alto a las masacres que se dan a diario como por ejemplo ayer en Atlixco, Puebla donde asesinaron a 9 personas, entre ellas dos mujeres, o los 17 fusilados en San Juan de Gracia Michoacán, o los asesinados en varios municipios de Sonora, Tamaulipas, Veracruz, Chiapas, Guerrero etc, entonces podemos enfrentar represalias aplastantes de los Estados Unidos porque supondrán amenazados sus intereses.
Que yo recuerde, en ninguno de los gobiernos, ni del PRI, ni del PAN estuvimos tan descalificados como ahora.
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