A lo largo de la historia de México muchas tradiciones han sido preservadas durante décadas, algunas muy antiguas que las otras, algunas con más valor sentimental que otras, sin embargo, todas continúan siendo una gran parte de lo que conforma nuestro país, nuestra nación, la cultura y sus tradiciones, sus pueblos y sus orígenes.

Hay algunos quienes dicen que el día de muertos es un azar de las mala decisiones de la iglesia católica, algunos otros dicen que es una copia mexicana del Halloween norte americano y muchos más conmemoran estos días como un gran día de veneración y sobre todo respeto a aquellos que han partido al más allá.

El día de muertos, se ha convertido en una celebración popular mexicana que honra a nuestros difuntos, en toda la extensión del territorio se celebra los días 1 y 2 de noviembre, algunos historiadores comentan que esta celebración se remota a las festividades de las culturas mesoamericanas, mucho antes de la llegada de los españoles a territorio americano, se debe llevar a cabo en el noveno mes del año solar.

Tras la llegada de los españoles se buscó preservar esta tradición y con ello la cultura que llevaría a conmemorase por muchos siglos después, para que esto fuese necesario, la iglesia católica tuvo que intervenir y coincidir el calendario con festividades de la cristiandad, como el Día de Todos los Santos, el primero de noviembre, y el Día de los Fieles Difuntos, el día 2 del mismo mes.

La grandeza de los pueblos originarios y con ellos la preservación de los rituales y las tradiciones llevó a que muchos años después de la conquista española en el pueblo zapoteca se siga conmemorando el “Día de muertos” traducido en zapoteco Xandu’, un ritual entre los habitantes de la región del Istmo de Tehuantepec que conmemora la llegada y la estancia de aquellos que han marchado al más allá y que sólo una vez al año vienen de visita.

Los indígenas zapotecos del Istmo de Tehuantepec no acostumbran como en otras partes del país a velar a sus difuntos en los panteones, al contrario, los esperan en sus hogares con gran regocijo. Por lo que desde una semana antes, se comienzan a poner los altares en los hogares, estos de consideran de dos tipos, biguie’ que representa una entrada triunfal y una gran bienvenida a los seres queridos, y la otra opción, una pirámide escalonada de 7 pisos que representa la llegada y la idea escalonada de nuestros seres del más allá.

Iniciada los días 30 del mes de octubre, Xandu’ es la festividad de la alianza entre la vida y la muerte por unos cuantos días, una alianza que da la idea de que nuestros seres queridos que han marchado se encuentran con nosotros, aunque no físicamente, sino espiritualmente, una fiesta que más allá de deslumbrar el miedo, nos da nostalgia, tristeza y alegría, una fiesta espiritual.

Xandu’ representa la fe y la esperanza de volverse a reencontrarnos con nuestros amados desde el inframundo, y los más importante, representa la unión de un pueblo, que más allá de las circunstancias por las que pase, tendrá en mente y en corazón a sus difuntos para nunca ser olvidados, Xnadú’ es tradición pero más que eso, es un sentido de identidad, una identidad que por muchos siglos no ha sido quitada y que no será fácil de erradicar por muchos siglos más.