+La falta de espacios y saturación en panteones actuales, razones para asumir la nueva medida.

Juchitán, Oax.-

Debido a la saturación de los dos panteones con que cuenta la ciudad, el “Domingo de Ramos” ubicado en la zona oriente y el “Miércoles Santo” en el extremo poniente, el ayuntamiento juchiteco que preside Gloria Sánchez ha hecho un enorme esfuerzo para adquirir con recursos propios dos predios destinados para atender la demanda de familias que solicitan espacios para enterrar a sus seres queridos.

El primer predio cuenta con tres hectáreas y se ubica a un costado del panteón Domingo de Ramos; el segundo espacio tiene cuatro hectáreas y se encuentra en la novena sección de esta ciudad; el ayuntamiento empezó a acondicionarlos, con el cercado y la construcción de sus respectivos pórticos, antes de ser lotificados para atender las necesidades de la población.

Bajo esta premisa, informó el director de Obras Públicas del ayuntamiento juchiteco, Manuel Matus Santiago, se atiende una de las más importantes demandas de la población a fin de que esta tenga lugares seguros y dignos para enterrar los restos de los fallecidos.

Por su parte Delfino Morales director de Panteones, tras celebrar esta iniciativa dijo que los dos panteones de la ciudad ya no están en condiciones para abrigar a más difuntos ante la falta de espacios apropiados.

Explico que en el “Miércoles Santo” ya están agotados los lugares, por lo que se tomó la iniciativa de clausurar el panteón, aunque, por el terremoto del año pasado, se permitió a algunas personas enterrar a sus muertos en aquellos espacios ocupados por sus familiares para evitar sobre saturación; desde entonces lo mucho que se permite es reciclar los espacios, pero solo a los que tienen familiares enterrados.

En el caso del panteón “Domingo de Ramos” precisó, ya solo quedan 14 espacios por otorgar, por lo que, la idea de adquirir los dos nuevos predios para enterrar a las personas fallecidas, debe reconocerse como un gran acierto, porque esta es una necesidad que tendrán todas las familias juchitecas, tarde o temprano, cuando tengan la necesidad de enterrar a sus seres queridos.